Un lavaplatos es un electrodoméstico diseñado para optimizar tiempo, agua y esfuerzo en la limpieza de la vajilla. Sin embargo, cuando los platos salen sucios, con residuos de comida, manchas o grasa, no solo se pierde su funcionalidad, sino también la confianza del usuario en el equipo. Este problema es más común de lo que se piensa y puede tener múltiples causas, desde errores de uso hasta fallos técnicos internos.
A continuación, detallamos las causas más comunes por las cuales los platos pueden salir sucios tras un ciclo de lavado, junto con sus respectivas soluciones.
El filtro es el encargado de retener restos de comida durante el ciclo de lavado. Si no se limpia con regularidad, se obstruye y reduce la eficacia del sistema de limpieza.
Solución:
Retire el filtro y límpielo con agua caliente y un cepillo suave.
Realice esta limpieza al menos una vez por semana si el lavaplatos se utiliza con frecuencia.
Verifique que no haya objetos grandes o partículas sólidas que impidan el paso del agua.
Colocar incorrectamente los platos, vasos o utensilios puede bloquear los rociadores de agua o evitar que el detergente llegue de forma uniforme a todas las superficies.
Solución:
Asegúrese de que los platos no se toquen entre sí y que estén orientados hacia los brazos rociadores.
Los artículos más sucios deben ir en la bandeja inferior.
Evite sobrecargar el lavaplatos, ya que eso reduce el flujo de agua.
Los brazos rociadores son los encargados de distribuir el agua a presión. Si están bloqueados, dañados o sucios, no funcionarán correctamente.
Solución:
Retire los brazos rociadores y límpielos con agua caliente.
Use un clip o alfiler para destapar los orificios si están obstruidos.
Revise que giren libremente y que no haya piezas rotas o desgastadas.
El tipo, la cantidad y la calidad del detergente afectan directamente el rendimiento del lavado.
Solución:
Use detergente específico para lavavajillas (en pastilla, gel o polvo), evitando productos caseros o detergentes para lavado manual.
Verifique si su zona tiene agua dura (con mucho calcio/magnesio). En ese caso, utilice sal regeneradora y abrillantador para mejorar los resultados.
No exceda la cantidad de detergente recomendada por el fabricante.
El agua fría reduce la capacidad del detergente para eliminar grasa y restos de alimentos.
Solución:
Asegúrese de que la temperatura del agua de entrada esté entre 50 °C y 60 °C.
Algunos modelos permiten ajustes de temperatura o tienen resistencias internas que deben ser revisadas si hay problemas.
Fallas en componentes como la bomba de agua, la válvula de entrada, sensores o la placa electrónica pueden interferir con el correcto funcionamiento del ciclo de lavado.
Solución:
Estos casos requieren una revisión técnica especializada para diagnosticar y reparar el componente afectado.
Un lavaplatos que no recibe mantenimiento periódico pierde eficiencia y aumenta el riesgo de fallas.
Solución:
Realice una limpieza profunda mensual con productos desincrustantes específicos para lavaplatos.
Mantenga el interior libre de grasa acumulada, moho o malos olores.
Si después de seguir estas recomendaciones tu lavaplatos continúa presentando problemas y los platos siguen saliendo sucios o con residuos, es momento de contactar a profesionales.
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