Ahora, si está claro que el problema de imagen no afecta a todo el televisor, podemos intentar solucionar algunos problemas concretos. Puede deberse a:
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Es posible que tengas problemas con Internet o con tu proveedor de servicios, lo que puede afectar a la calidad y a la nitidez de la imagen. Por lo general, suele ser temporal, pero no está de más que reinicies tu router o consultes los sitios web del proveedor de servicios para obtener más información.
Si de repente experimentas una imagen extraña al utilizar una aplicación de la televisión, una consola de videojuegos, un decodificador o cualquier otro dispositivo, puede tratarse de un fallo. Reinicia el dispositivo. En cuanto al televisor, desenchúfalo, déjalo desenchufado durante 30 segundos y vuelve a conectarlo para ver si se resuelve el problema.
Comprueba que todos los cables de entrada y salida del televisor están conectados correctamente (a veces, se desconectan al limpiar). También puedes intentar cambiar algún cable para ver si la situación mejora (por ejemplo, cambiar el cable HDMI conectado a la consola de videojuegos si es ahí donde se produce el problema).
Es posible que los ajustes de imagen que estás utilizando no sean los ideales para el contenido que estás viendo (por ejemplo, problemas de brillo y contraste). Accede a los ajustes de imagen del televisor y restablece los valores predeterminados si los habías cambiado antes. Si no, intenta optimizar los ajustes para el contenido que estás viendo.